Tendinitis tendon aquiles: Síntomas y tratamiento en la Clínica García Renedo
La tendinitis del tendón de Aquiles afecta a la banda de tejido que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón. Puede ser causada por el uso excesivo del pie, lesiones o condiciones como la artritis. Los síntomas comunes incluyen dolor, rigidez e inflamación en el talón y a lo largo del tendón, así como dificultad para pararse de puntillas.
Causas de la tendinitis del tendón de Aquiles
Factores que pueden causar tendinitis del tendón de Aquiles
La tendinitis del tendón de Aquiles puede ser ocasionada por diversos factores que afectan la salud de este importante tejido conectivo. Entre las causas más comunes se encuentran:
- Uso excesivo del pie: Realizar actividades que ejercen una constante presión sobre el tendón, como correr largas distancias o practicar deportes intensos, puede desencadenar la tendinitis del tendón de Aquiles.
- Lesiones: Golpes directos en el área del tendón, caídas o movimientos bruscos pueden provocar daños en el tejido, aumentando el riesgo de desarrollar esta afección.
- Condiciones preexistentes: La presencia de enfermedades como la artritis, que inflaman las articulaciones, aumenta la probabilidad de sufrir tendinitis en el tendón de Aquiles.
Síntomas de la tendinitis del tendón de Aquiles
Dolor en el talón y en el tendón de Aquiles
El dolor característico de la tendinitis del tendón de Aquiles se manifiesta en el talón y a lo largo del propio tendón, generando molestias al caminar o correr. Este dolor puede ser agudo o persistente, afectando la movilidad cotidiana del individuo.
Rigidez y inflamación en la zona
La rigidez y la inflamación en la zona afectada son síntomas habituales de la tendinitis del tendón de Aquiles. La zona puede presentar hinchazón y enrojecimiento, causando molestias adicionales y limitando la flexibilidad del pie.
Dificultad para pararse de puntillas
Un síntoma característico de la tendinitis del tendón de Aquiles es la dificultad para pararse de puntillas. Esta acción puede resultar dolorosa o incluso imposible para quienes padecen esta afección, limitando las actividades que implican este movimiento.
Diagnóstico de la tendinitis del tendón de Aquiles
Examen físico por parte de los proveedores de atención médica
El diagnóstico de la tendinitis del tendón de Aquiles generalmente comienza con un examen físico realizado por un profesional de la salud. Durante este examen, el médico buscará signos de sensibilidad a lo largo del tendón y evaluará la movilidad y el dolor alrededor de la zona afectada.
Pruebas de imágenes como radiografías o resonancias magnéticas
Para confirmar el diagnóstico de tendinitis del tendón de Aquiles y descartar otras posibles lesiones, los proveedores de atención médica pueden solicitar pruebas de imágenes como radiografías o resonancias magnéticas. Estas pruebas permiten visualizar con mayor detalle el estado del tendón y detectar posibles anomalías que puedan estar causando los síntomas.
Tratamiento de la tendinitis del tendón de Aquiles
Tratamientos conservadores que no involucran cirugía
El tratamiento inicial para la tendinitis del tendón de Aquiles suele ser conservador, evitando la necesidad de intervenciones quirúrgicas. Incluye:
- Aplicación de hielo en la zona afectada para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
- Cambios en la actividad física para disminuir la tensión sobre el tendón, evitando actividades que puedan empeorar la lesión.
Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento
Además del reposo y la reducción de la carga física, se recomiendan ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la pantorrilla y mejorar la flexibilidad del tendón de Aquiles. Estos ejercicios pueden ayudar a acelerar la recuperación.
Uso de calzado adecuado y medicamentos antiinflamatorios
Es fundamental utilizar calzado adecuado que brinde la estabilidad necesaria y reduzca la tensión en el talón. Los medicamentos antiinflamatorios, bajo prescripción médica, pueden contribuir a aliviar el dolor y la inflamación en la zona afectada, facilitando el proceso de recuperación.
Tratamientos más avanzados para la tendinitis del tendón de Aquiles
La tendinitis del tendón de Aquiles, en casos severos, puede requerir tratamientos más avanzados para aliviar el dolor y promover la curación. En estos casos, se pueden considerar opciones como la cirugía o terapias no invasivas como la medicina regenerativa o la terapia extracorpórea por ondas de choque.
Cirugía en casos graves
- La cirugía es una opción utilizada en situaciones en las que los tratamientos conservadores no han dado resultados satisfactorios.
- Uno de los procedimientos quirúrgicos comunes para la tendinitis del tendón de Aquiles es la extirpación del tejido inflamado o espolones óseos que puedan estar irritando el tendón.
Extirpación de tejido inflamado o espolones óseos irritantes
En la cirugía para la tendinitis del tendón de Aquiles, se puede optar por la extirpación del tejido inflamado que está causando molestias y dificultando la recuperación. También, en caso de espolones óseos, se pueden eliminar para aliviar la presión sobre el tendón y permitir una mejor recuperación.
Terapia extracorpórea por ondas de choque
- Esta terapia no invasiva utiliza ondas de choque para estimular la curación de los tejidos afectados en el tendón de Aquiles.
- La terapia extracorpórea por ondas de choque puede ayudar a reducir la inflamación, mejorar la circulación sanguínea y promover la regeneración de tejido sano en la zona afectada.
Recuperación y cuidados posteriores de la tendinitis del tendón de Aquiles
Tras recibir el diagnóstico de tendinitis del tendón de Aquiles, es fundamental seguir al pie de la letra las indicaciones médicas para favorecer una pronta recuperación y evitar posibles complicaciones. Aquí te presentamos algunas recomendaciones importantes:
Importancia de seguir las indicaciones médicas
- Mantén reposo activo para no sobrecargar el tendón.
- Sigue el tratamiento prescrito por tu proveedor de atención médica, ya sea mediante ejercicios, medicamentos antiinflamatorios u otras indicaciones.
- No descuides los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento recomendados para mejorar la flexibilidad y la fuerza de los músculos de la pantorrilla.
Evitar complicaciones como la ruptura del tendón de Aquiles
- Evita actividades de impacto o deportes que puedan agravar la lesión, al menos durante el periodo de recuperación.
- Sigue una dieta equilibrada y rica en nutrientes para favorecer la recuperación de los tejidos.
- Mantén una correcta hidratación para mantener la elasticidad de los tejidos.
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